¿Qué? Diada de Sant Jordi en Barcelona
¿Cuando? 23 de Abril 2017
¿Dónde? Por todas las calles y barrios de Barcelona

Sant Jordi es el patrón de Catalunya y es una fiesta popular muy celebrada. En Barcelona las calles se llenan de gente en busca de sus libros favoritos, de los autores de moda, de una rosa y, en general, de disfrutar del sol y del gran ambiente que se respira en este día tan especial para los barceloneses.

La leyenda de Sant Jordi cuenta como un caballero rescató a la princesa de las garras de un dragón justo antes de que se la comiera, y de la sangre del dragón brotaron rosas rojas. De ahí viene la tradición de regalar rosas, un acto que hacen los hombres hacia sus madres, novias, hijas… Toda mujer debe recibir por lo menos una rosa en Sant Jordi. A cambio, ellas compran libros para sus maridos, padres, hijos… y es que el día de Sant Jordi es también el Día del Libro. Ese día no es necesario ir a la librería pues hay paradas por las principales calles de la ciudad, siendo Rambla Catalunya y Passeig de Gràcia uno de los principales ejes. Además, los principales autores están disponibles para firmar sus obras y todos los libros cuentan ese día con un 10% de descuento. No hay catalán que ese día no compre como mínimo un libro.

¿Por qué Sant Jordi es el Día del Libro?

La tradición de mezclar las rosas de Sant Jordi con los libros nace a principios del s. XX cuando el Gremi de Llibreters y la Cambra Oficial del Libro marcaron esta fecha para conmemorar que el 23 de Abril murieron escritores como William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Garcilaso de la Vega o Josep Pla. Desde 1996, la UNESCO decide declarar ese día como el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor.

Sant Jordi, día para pasear por Barcelona

Los pasteleros aprovechan para hacer pasteles especiales y los panaderos venden pan de Sant Jordi, hecho con queso y sobrasada, realmente una delicia, que evoca la señera catalana.

Sant Jordi es pues, para los barceloneses, una fecha que obliga a salir a las calles, a recorrerlas entre la multitud, a decidir entre los centenares de libros con cuáles quedarse, a conseguir que el autor de moda firme el libro, a ir a comer con tu pareja, a pasear en familia, a disfrutar del sol que suele hacer y luego, en casa, a hacer recuento de libros y rosas y disfrutar de las delicias panaderas y pasteleras de Sant Jordi.